Hoy me gustaría hablarles de un tema que a mí en lo personal me ayuda mucho a hacer más amena la experiencia de trabajo, y eso es: Un ocasional cambio de ambiente.
Como diseñador gráfico independiente, al no estar sujeto a un lugar fijo de trabajo, se podría decir que tengo la libertad de moverme de lugar cuando necesito hacerlo. Así sea dentro de mi propia casa, o fuera de ella, por lo menos siento que tengo esa elección y para mí esto es un factor importante. Creo que a todos nos viene bien un pequeño cambio de atmósfera de vez en cuando, dentro de las posibilidades de cada cuál, claro está. Sobre todo en el caso de profesiones que demandan un constante flujo de creatividad, como lo es en mi caso particular, es muy conveniente tener acceso a diferentes ambientes físicos en donde trabajar. Creo que todos los seres humanos llegamos a cansarnos después de un buen tiempo de estar trabajando en el mismo espacio físico día tras día; así sea una oficina, cuarto estudio, la sala de la casa, un café, una habitación de hotel, etc.
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Para los que sí tenemos la oportunidad de movernos de espacio físico, pues, viene bien salir de casa de vez en cuando e irse a trabajar a un ‘spot’ distinto. Las ideas no fluyen igual en un cuarto de estudio, que en el lobby de un hotel, en un restaurante, en el centro comercial, en el área social de tu edificio (o el de un amigo quizás) al aire libre y junto a la piscina. Piénsalo, o mejor aún ponlo a prueba, y verás.
Es cierto que hoy día cuando muchos necesitamos de acceso a internet para poder avanzar con nuestro trabajo, la disponibilidad de wifi se vuelve una necesidad limitante a la hora de decidir a donde podemos, o no, movernos. Al menos en mi caso esto es una realidad. Sin embargo también tengo que reconocer que no siempre se necesita tener internet para realizar el trabajo, hay excepciones, y precisamente esas podrían ser las oportunidades perfectas para romper con la rutina y salir de nuestra zona de confort.
Como último datito antes de finalizar, me gustaría mencionar que no es obligatorio movernos de lugar del todo. Para nada. A veces es suficiente con tomar un pequeño ‘break’ de treinta minutos o una hora (dependiendo de la disponibilidad de cada cual) para salir a caminar un poco, dar una vuelta, tomar aire fresco, etc. Y si de casualidad nos queda cerca un parquecito, o algo por el estilo, fantástico. Con eso es suficiente para estirar el cuerpo, refrescar las neuronas, y luego retomar nuestras labores con mucha más energía y motivación que antes.
Como último datito antes de finalizar, me gustaría mencionar que no es obligatorio movernos de lugar del todo. Para nada. A veces es suficiente con tomar un pequeño ‘break’ de treinta minutos o una hora (dependiendo de la disponibilidad de cada cual) para salir a caminar un poco, dar una vuelta, tomar aire fresco, etc. Y si de casualidad nos queda cerca un parquecito, o algo por el estilo, fantástico. Con eso es suficiente para estirar el cuerpo, refrescar las neuronas, y luego retomar nuestras labores con mucha más energía y motivación que antes.