Desde muy niño siempre sentí una gran curiosidad por los misterios de la vida, la mitología, la magia y todas esas cosas fantásticas que estimulan la mente de un niño. Para mí nunca fueron suficientes las respuestas genéricas, basadas en dogmas religiosos y socioculturales, consideradas como válidas simplemente porque son aceptadas por una gran mayoría. Claro que a esa edad quizás no lo veía con la misma claridad con la que lo estoy expresando ahora, pero sé que esa era la convicción que llevaba muy dentro de mí ser aún desde ese entonces. Apenas a los once años ya me estaba cuestionando acerca de los porqués de la existencia, las clásicas preguntas de los filósofos: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? Y empecé a leer asiduamente acerca de historia de la humanidad, filosofía, ciencia moderna, metafísica y también aprender un poco acerca de otras culturas, tradiciones y creencias distintas a las de mi región natal.
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Suelo decirme a mí mismo: Evita buscar lo que está quieto, y si lo buscas atente a las consecuencias de lo que provocaste. Vivir en conciencia de esto me da la voluntad necesaria para evitar muchos problemas o errores. Y a la ves la PAZ para estar tranquilo con las consecuencias de cada acción tomada. Por bonitas, o por feas que estas puedan ser.
Un factor clave que me gusta evaluar en todo momento es: Costo VS Beneficio. Todo lo que hacemos en la vida acarrea un costo a cambio, o inversión. Así sea de tiempo, energía, esfuerzo y/o dinero, no podemos tomar una desición correcta considerando únicamente los beneficios, sin sopesar los costos. ¿Realmente vale la pena el beneficio de aquello, como para correr 'X' riesgo, invertir 'Y' tiempo, emplear 'Z' cantidad de esfuerzo en el proceso y encima quizás perder 'X' o 'Y' cosas? Cuando uno analiza el asunto de esta manera, se dará cuenta de que día a día llegan a la mente cualquier cantidad de impulsos, deseos, antojos, etc. que en realidad NO valen la pena, vistos bajo el lente objetivo del costo-beneficio implicado. La palabra imagen viene del latín "imago" y significa representación visual. Es la manifestación visual, o apariencia, de un objeto tangible (físico) que percibimos a través de nuestros sentidos, o imaginario (mental) que se generan internamente, en la psique del individuo. Desde el punto de vista sensorial las imágenes pueden ser también auditivas, táctiles, olfativas, y sinestesias; esto quiere decir que hay una correlación entre la información que captamos a través de todos nuestros sentidos, con la capacidad que tenemos de generar impresiones mentales visuales, o imágenes, basadas en ello. También indica que a pesar de su naturaleza "visual" las imágenes no están limitadas exclusivamente a lo que podemos ver con los ojos. Un vivo ejemplo de esto es que la información que captamos del mundo se organiza en nuestro interior y adquiere la forma de ideas, emociones, sentimientos, conceptos, etc. que son, ya en sí mismos, una forma abstracta de imagen mental intelectual. A la vez poseemos la capacidad de generar proyecciones visuales enteramente mentales o abstractas, sin necesidad de llevar ninguna correlación con la información que hemos captado anteriormente con nuestros sentidos; y tenemos la capacidad de plasmar estas imágenes en el mundo tangible, algunos ejemplos son las corrientes de arte surrealista y el arte psicodélico. |
la bitácoraHe creado este espacio dentro de mi universo gráfico para poder compartir un poco de mi experiencia como diseñador independiente, y ante todo como ser humano. Creo firmemente que el conocimiento se hace más completo cuando lo compartimos con otros. Archivos
August 2016
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