Una excelente estrategia que nos resulta muy útil para cualquier cosa en la vida, es intentar sacarle provecho a nuestras desventajas y momentos de debilidad; hacer que trabajen a nuestro favor en lugar de en contra nuestra. En el camino al éxito es seguro que nos toparemos con obstáculos cómo la desmotivación, la duda, y la incertidumbre… Eventualmente. La cuestión es ¿Cómo poder usarlos a nuestro favor?
Lo primero es empezar por detectar los patrones de comportamiento que acompañan este tipo de estados mentales, y el aburrimiento suele ser uno de ellos. Comúnmente cuando estamos bajo la influencia de un estado emocional de desmotivación este suele expresarse a través de un continuo aburrimiento que parece persistir sin importar que hagamos, o dejemos de hacer, para evitarlo. Para poder identificarlo es importante hacer un esfuerzo para empezar a tomar consciencia de lo que estamos pensando cuando nos sentimos así. Si prestamos atención podremos distinguir secuencias de pensamientos recurrentes como: “No tengo nada bueno que hacer con mi tiempo” - “debería hacer algo productivo pero tengo pereza” - “me gustaría hacer muchas cosas, pero siento que no tengo energías, y ni siquiera sé por dónde empezar” – ad infinitum. Es importante recalcar que no tiene nada de malo sentirse aburrido, o tener este tipo de pensamientos, ocasionalmente; a todos nos sucede de vez en cuando. El detalle está en lo “recurrente” del asunto, ya cuando se vuelve algo persistente. Y sobre todo cuando estos constantes “episodios” de aburrimiento crónico son acompañados por una incesante “necesidad” de distraernos, o salir a “divertirnos” todo el tiempo. Es allí cuando debemos atender el llamado de alarma de nuestro interior y empezar a tomar cartas en el asunto para remediarlo.
Para empezar a darle la vuelta a la situación es importante detectar las causas detrás de todo esto, inicialmente ya dijimos que los episodios de aburrimiento son una especie de síntoma de algo más profundo cómo una desmotivación, o depresión, por ejemplo. Entonces la tarea es cuestionarnos ¿Cuál es la raíz detrás de mi estado de ánimo? Si me siento desmotivado, deprimido, o distraído ¿Cuáles son los porqués detrás de eso que estoy sintiendo? Hay muchas razones por las cuales un ser humano puede sentirse así, desde problemas de auto-estima, conflictos familiares, insatisfacción en su vida laboral, deficiencias en la salud, y un gran etc. Aquí no estamos para juzgar el tamaño, o la importancia, de los problemas personales de nadie; si no para comprender, ayudarnos y aprender unos de otros. Así que vamos a concentrarnos en una de las posibles causas de desmotivación más común en la vida todo ser humano: La falta de un claro propósito en la vida. ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cuáles son mis sueños? ¿Qué quiero lograr en mi vida? ¿Quién quiero llegar a ser? ¿Qué tengo que hacer para lograrlo? El “cómo, cuándo, dónde y por qué” de nuestra existencia. Esa estrella del norte personal que nos guía, y nos impulsa a seguir adelante, a levantarnos cada día con ganas de hacer un millón de cosas y conquistar el mundo. Cuando eso nos hace falta, o lo perdemos de vista, es sumamente fácil caer presa de bajos estados emocionales que no hacen más que alejarnos de nuestros sueños, de nuestra verdadera felicidad, y del éxito en la vida.
En la próxima parte vamos a discutir más detalles acerca de cómo utilizar el aburrimiento como un llamado de alerta para retomar consciencia de nuestros sueños, metas, y objetivos. Y cómo mantenernos firmes en nuestros propósitos en una sociedad que nos impulsa cada vez más a un estilo de vida ciego y mecánico, de consumo e inacción, donde lo único que importa es la comodidad, la diversión, perder el tiempo en un sinfín de actividades de ocio que no nos llevan a ninguna otra parte que al estancamiento y al fracaso. Curiosamente la palabra diversión significa: ¡Distracción! ¿Pero distraernos de que? De nuestra vida y de nuestro destino, de eso nos estamos distrayendo.
Muchas gracias por su atención lectoras y lectores, ha sido un placer compartir con ustedes, siéntanse en libertad de dejar sus ideas, comentarios, sugerencias, etc. Y nos vemos en la segunda parte de esta entrada, que vendrá próximamente.
P.D: Antes de irme les dejo con este excelente monólogo del cantautor, poeta, escritor, y filósofo argentino: Facundo Cabral. Se titula "No estas deprimido, estas distraído" echenle un vistazo y ya verán porque lo he compartido al final de esta nota. ¡Saludos!
Para empezar a darle la vuelta a la situación es importante detectar las causas detrás de todo esto, inicialmente ya dijimos que los episodios de aburrimiento son una especie de síntoma de algo más profundo cómo una desmotivación, o depresión, por ejemplo. Entonces la tarea es cuestionarnos ¿Cuál es la raíz detrás de mi estado de ánimo? Si me siento desmotivado, deprimido, o distraído ¿Cuáles son los porqués detrás de eso que estoy sintiendo? Hay muchas razones por las cuales un ser humano puede sentirse así, desde problemas de auto-estima, conflictos familiares, insatisfacción en su vida laboral, deficiencias en la salud, y un gran etc. Aquí no estamos para juzgar el tamaño, o la importancia, de los problemas personales de nadie; si no para comprender, ayudarnos y aprender unos de otros. Así que vamos a concentrarnos en una de las posibles causas de desmotivación más común en la vida todo ser humano: La falta de un claro propósito en la vida. ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cuáles son mis sueños? ¿Qué quiero lograr en mi vida? ¿Quién quiero llegar a ser? ¿Qué tengo que hacer para lograrlo? El “cómo, cuándo, dónde y por qué” de nuestra existencia. Esa estrella del norte personal que nos guía, y nos impulsa a seguir adelante, a levantarnos cada día con ganas de hacer un millón de cosas y conquistar el mundo. Cuando eso nos hace falta, o lo perdemos de vista, es sumamente fácil caer presa de bajos estados emocionales que no hacen más que alejarnos de nuestros sueños, de nuestra verdadera felicidad, y del éxito en la vida.
En la próxima parte vamos a discutir más detalles acerca de cómo utilizar el aburrimiento como un llamado de alerta para retomar consciencia de nuestros sueños, metas, y objetivos. Y cómo mantenernos firmes en nuestros propósitos en una sociedad que nos impulsa cada vez más a un estilo de vida ciego y mecánico, de consumo e inacción, donde lo único que importa es la comodidad, la diversión, perder el tiempo en un sinfín de actividades de ocio que no nos llevan a ninguna otra parte que al estancamiento y al fracaso. Curiosamente la palabra diversión significa: ¡Distracción! ¿Pero distraernos de que? De nuestra vida y de nuestro destino, de eso nos estamos distrayendo.
Muchas gracias por su atención lectoras y lectores, ha sido un placer compartir con ustedes, siéntanse en libertad de dejar sus ideas, comentarios, sugerencias, etc. Y nos vemos en la segunda parte de esta entrada, que vendrá próximamente.
P.D: Antes de irme les dejo con este excelente monólogo del cantautor, poeta, escritor, y filósofo argentino: Facundo Cabral. Se titula "No estas deprimido, estas distraído" echenle un vistazo y ya verán porque lo he compartido al final de esta nota. ¡Saludos!